El trabajo de los investigadores estuvo enfocado en analizar la formación de la red de conductos del páncreas que transportan enzimas digestivas
Una investigación sobre el desarrollo de los conductos y redes del páncreas ha acercado a científicos daneses a tener una visión más amplia sobre uno de los motivos vinculados con la aparición de la fibrosis quística. El estudio fue realizado por la Facultad de Salud y Ciencias Médicas de la Universidad de Copenhague, en colaboración con físicos del Instituto Niels Bohry, y sus resultados fueron difundidos en la revista especializada PLOS Biology.
El trabajo de los investigadores estuvo enfocado en analizar la formación de la red de conductos del páncreas que transportan enzimas digestivas. Para esto empezaron a medir el desarrollo del páncreas en embriones de ratón y observaron el avance de ese órgano hasta el nacimiento del roedor, en la búsqueda de situaciones cambiantes que pudieran ser vinculadas con enfermedades relacionadas con deficiencias pancreáticas como las fibrosis.
De acuerdo con los autores, una mejor comprensión del páncreas podrá traducirse en conocimiento para un abordaje más completo de patologías relacionadas con su funcionamiento.
Esta información llega a tiempo para la conmemoración del Día Nacional de la Fibrosis Quística, una fecha que cada 8 de septiembre exhorta a investigar y comprender mejor la patología para favorecer la aparición de nuevas formas de diagnóstico y tratamiento.
“Descubrimos que, aunque la forma del páncreas varía de un ratón a otro, la red del páncreas es la misma en todos los ratones en una determinada etapa de desarrollo. En las primeras etapas, la red de conductos se asemeja a una red de carreteras en una ciudad, donde es fácil llegar de un lugar a otro y puede tomarse varias vías para llegar al mismo destino. Todo está conectado de una manera superflua. Es conveniente, pero todo tiene un precio. Significa que tienes que mantener muchos caminos“, declaró a Science Daily la coautora del estudio Anne Grapin-Botton, del Centro de la Fundación Novo Nordisk para Biología de Células Madre.
“Hacia el final del desarrollo, la estructura de la red es mucho más económica y óptima con respecto a la entrega de enzimas digestivas a los intestinos. El flujo de fluido que atraviesa la red del páncreas hasta el duodeno hace que los conductos con mayor flujo se expandan y que se eliminen los innecesarios, al igual que la formación de los lechos de los ríos“, continuó.
Los métodos que fueron utilizados para analizar las diferentes etapas de desarrollo del órgano son herramientas computarizas que originalmente se orientaban al análisis de redes de carreteras y ríos y, de hecho, los resultados del estudio apuntan a que presentan comportamientos similares.
En el caso de la fibrosis quística, el mal funcionamiento de los canales de esta red dificulta que las enzimas del páncreas lleguen a los intestinos.
“Espero que esta mejor comprensión de cómo los órganos forman estas redes de conductos nos permita descubrir cómo surgen las enfermedades que afectan al páncreas, como la fibrosis quística. Los pacientes que sufren algunos tipos de diabetes también muestran conductos quísticos o agrandados en el páncreas y otros órganos como los riñones y el hígado. Este estudio es un paso en la dirección de una mejor comprensión del vínculo entre los conductos agrandados y la diabetes”, declaró Grapin-Botton.
De acuerdo con la Asociación Argentina de fibrosis quística, en el país nacen 400 personas con esta patología por año, y solo 5% de los casos es diagnosticado.
La Organización Mundial de la Salud incluye a la fibrosis quística en su lista de enfermedades raras, donde agrupan a patologías que presentan una incidencia de aproximadamente 1 caso por 15.000 habitantes.
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