Hoy se conmemora, en Chile, el Día de las y los Nutricionistas. Por eso, Océano Medicina Magazine dialogó con la licenciada Alejandrina Varela (@nutricionista.keto.online) para reflexionar sobre la situación alimentaria de la población chilena y los retos y desafíos de la nutrición como disciplina.

-¿Cuáles son los desafíos en cuanto a la alimentación en Chile?

-El desafío más importante es brindar una atención de calidad, donde existan distintos tipos de alimentación, según las necesidades y estilo de vida de cada paciente. Por ejemplo, un paciente que es vegetariano, debe poder consultar a un especialista vegetariano; un paciente carnívoro, a uno dedicado a una dieta proteica; un paciente pediátrico, a un especialista en nutrición infantil. Y así en cada una de las ramas. Un segundo objetivo es tratar de que la obesidad, sobre todo infantil, se pueda combatir, porque tenemos niveles bastante altos de obesidad en el país, similares a los de Estados Unidos. En tercer lugar, que las personas puedan tener acceso a una alimentación un poco más saludable, incluso que puedan tener el espacio para plantar sus vegetales. También, tener una feria accesible, tanto en niveles socioeconómicos altos como bajos.

A la obesidad la vemos en todos los estratos sociales. En los niveles medios y altos, los productos que se consumen son, mayoritariamente, provenientes del supermercado. Y tenemos a la gente de niveles más bajos, que tiene el acceso a vegetales, pero no a otro tipo de alimentos, por ejemplo proteicos.

-¿Cuáles son los temas que están en debate dentro del ámbito de la nutrición en la actualidad?

-Uno es la relación de la vitamina D con respecto a la baja de peso y a la resistencia a la insulina. Otro tema es la injerencia de la microbiota intestinal en la nutrición y para qué sirve cada tipo de probiótico. Eso aún no está especificado, sino que sigue en estudio y es un punto importante a analizar. Otro es la importancia de los micronutrientes en la prevención de la COVID-19.

Por otra parte, sería interesante hacer una base de datos de cada país, donde figuren los alimentos por medio de un código, y se pueda ver qué cantidad de proteínas, carbohidratos y grasas tienen. También, información de nutrientes. Tener una base de etiquetado nutricional a nivel internacional sería interesante.

-¿Qué opina sobre los abordajes de la nutrición vegetariana, plant based y vegana?

–En cada tipo de alimentación se producen déficits, pero todo se puede trabajar. Estoy de acuerdo con que cada persona tenga un estilo de alimentación. Pero no estoy de acuerdo con la teoría básica de que existe una única metodología y plan saludable. Si yo tengo un paciente que es vegetariano o vegano y presenta déficits de micronutrientes como vitamina B 12, se le puede suplementar. Por eso, es súper importante trabajar la especialización en las carreras de nutrición. El nicho es muy grande, incluye desde la nutrición infantil, que no existe como tal (acá en Chile, generalmente el tema nutricional lo ve el pediatra), hasta la nutrición en adolescentes, adultos, deportiva, renal, para vegetarianos o para obesidad. Es importante que nos volvamos a actualizar y que profundicemos y cada uno de los y las nutricionistas se vayan especializando, no podemos seguir con un único estilo.

-¿Cómo se relacionan la medicina y la nutrición?

-La alimentación influye, a largo plazo, en la salud y en la enfermedad del paciente. ¿Y eso qué quiere decir? Lo cuento a nivel personal. Yo estudié enfermería y, en mis prácticas, veía a pacientes que ya estaban enfermos, no tenía la posibilidad de ayudarlos a prevenir las enfermedades. Me cambié de carrera a nutrición, porque mi motivación es poder incentivar a los pacientes, bajarlos de peso y prevenir enfermedades. Cuando un paciente tiene una enfermedad, esta se puede producir por una inflamación o una infección. Cuando hay inflamación, se producen unas sustancias que se llaman citoquinas. Estas son inflamatorias y productoras de enfermedades cardiovasculares.

Por lo tanto, todas las enfermedades (llámese hipertensión, resistencia a la insulina, hígado graso o enfermedades cardíacas) tienen una base inflamatoria.En la medida que el paciente trabaje en reducir la inflamación, es decir, coma de mejor manera y baje de peso, podrá prevenir esas enfermedades.

Por lo tanto, la medicina pasa a ser secundaria a la nutrición. Debería estar primero la nutrición, de manera preventiva, y si el paciente no logra mejorar con una buena alimentación, empezar a trabajar con un abordaje más médico, que es más estandarizado, no hay muchas posibilidades ahí.

-¿Cuáles son los retos para establecer esta articulación y poder trabajar en conjunto?

-Sería interesante una base de datos universal. Que cada paciente tenga su ficha médica profesional subida a una base de datos y que cuente con una clave y autorice a los profesionales a ver esa información.

-¿Qué aspectos tiene en cuenta a la hora de generar contenido para sus redes sociales?

–Genero el contenido pensando en las dudas y las preguntas de los pacientes, y en base a ello armo las publicaciones. No me influye mucho si las personas revisan los posteos o el insight. En el fondo, me interesa informar, no subir fotos por subir, y entregar contenido que el paciente pueda utilizar en su vida diaria. Lo más importante es, en definitiva, el criterio. Es la base para que una persona pueda tomar decisiones con conocimiento.