La resistencia a los antibióticos es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Ante esa realidad, investigadores españoles han realizado un hallazgo que podría contribuir al surgimiento de nuevas formas de producción de antibióticos y, así, convertirse en una alternativa para combatir a las bacterias resistentes.

El estudio fue realizado por científicos del Área de Microbiología del Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo, en España; con colaboración de la Universidad del Sur de Dinamarca. Los resultados, que fueron difundidos en la revista Molecular & Cellular Proteomics, proponen que la fosforilación de proteínas es capaz de desarrollar y activar la producción de antibióticos en la bacteria Streptomyces.

La Streptomyces es la bacteria que se utiliza tradicionalmente como base para el desarrollo de dos tercios de los antibióticos que existen actualmente, mientras que otra pequeña parte es obtenida de diversos hongos. Así, el estudio de este equipo estuvo orientado a encontrar nuevos modos de abordar esa bacteria para desarrollar otro tipo de antibióticos alternativos.

Normalmente, cada cepa de Streptomyces permitía generar cuatro antibióticos en laboratorios, pero al secuenciar el genoma de esa bacteria lograron distinguir que tiene la capacidad de generar hasta 20 variedades.

Como ya conocían el punto exacto del desarrollo de la bacteria en el que se extraían normalmente los antibióticos, los expertos se propusieron evaluar el resto de las etapas y realizar estudios diversos en cada una de ellas. Fue así como probaron descifrar la fosforilación de proteínas y pudieron demostrar que este mecanismo de regulación celular puede activar la producción de antibióticos en la bacteria Streptomyces.

En el estudio, se detalla con precisión el procedimiento: “el análisis computacional sugirió que estos eventos regulados de fosforilación de proteínas están implicados en procesos celulares importantes, que incluyen la división celular, la diferenciación, la regulación del metabolismo secundario, la transcripción, la síntesis de proteínas, el plegamiento de proteínas y las respuestas al estrés. Descubrimos un nuevo sitio de fosforilación regulado en la proteína clave de división celular bacteriana FtsZ que modula la esporulación y regula la producción de antibióticos actinorrodínicos. Llegamos a la conclusión de que la manipulación de distintos eventos de fosforilación de proteínas puede mejorar la producción secundaria de metabolitos en estreptomicetos industriales, incluida la activación de vías crípticas durante el cribado de nuevos metabolitos secundarios de estreptomicetos”.

Este hallazgo técnico y científico acerca a los investigadores al diseño de nuevas vías de ataque de bacterias, lo que se traduce en la posibilidad de generar nuevos antibióticos en el laboratorio que puedan hacer frente a la crisis de bacterias resistentes a los fármacos tradicionales.

A inicios de este año, la OMS alertó que el Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos de la Organización, denominado GLASS por sus siglas en inglés, “ha revelado la presencia generalizada de resistencia a los antibióticos en muestras de 500.000 personas de 22 países en las que se sospechaban infecciones bacterianas”.

De acuerdo con sus registros, las bacterias resistentes más frecuentes son Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus aureus y Streptococcus pneumoniae, seguidas de Salmonella spp.

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