Sistema de Información Geográfica (SIG). Ese es el nombre de la aplicación desarrollada por  la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha permitido el monitoreo sanitario de brotes y epidemias en África y que ha contribuido al resguardo de centenares de vidas en ese continente.

La aplicación ya está siendo utilizada en 43 países por profesionales de la medicina que visitan aldeas remotas para evaluar la salud de sus habitantes. Cuando se topan con casos de enfermedades de alto riesgo o potencialmente contagiosas, los expertos se conectan con la OMS a través del software instalado en sus dispositivos móviles y les alertan sobre la situación.

De esta forma, el SIG ha permitido llevar un conteo más prolijo de los casos de patologías como poliomelitis o sarampión y ofrecerles la debida asistencia a los enfermos. Además, la aplicación ha facilitado la elaboración de un mapa de atención que revela cuáles zonas se encuentran desprovistas de cuidados médicos y permite distribuir de mejor forma a los y las profesionales de la salud en el área.

Así lo declaró el director regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti, durante la más reciente sesión de balance del sistema, que fue reseñada por medios y agencias internacionales.

Según explicó, al superponer la ubicación geográfica del teléfono móvil con la de la ruta pudieron notar que la mayor parte de las visitas eran realizadas en los sectores de más fácil acceso; generalmente, a lo largo de la carreta principal. Con esta nueva herramienta, pueden garantizar que la atención sea brindada en los lugares más remotos, donde más se necesita.

Con más de 7 mil agentes dedicados a estas funciones, la entidad sanitaria ha promovido su reubicación hacia los territorios más vulnerables, con lo que han logrado ampliar el rango de atención de pacientes y enfermedades.

Desde la OMS han explicado, así , que este programa de investigación y control geográfico de enfermedades es “el futuro de la vigilancia de la salud”.

Según explican, la app incluso podría contribuir no solo prevenir la reaparición de enfermedades como la poliomielitis, sino que tiene el potencial de conseguir que “se erradiquen de una vez por todas”.

El SIG utiliza la plataforma informática AVADAR y cuenta con el apoyo de la Fundación Melinda y Bill Gates.